(26/09/2019)
El nuevo informe de la ONU sobre el impacto del calentamiento global en los océanos y glaciares prevé un posible aumento del nivel del mar de 1,1 metros para fin de siglo. Entre las ciudades que podrían verse más afectadas están Lima y Buenos Aires
Desde las cimas de las montañas a la profundidad de los océanos, el cambio climático está devastando nuestros mares y glaciares.
Un nuevo informe de la ONU publicado este miércoles advierte que, debido a las actividades humanas, el mar está subiendo, el hielo se derrite y las especies están migrando.
Y en un giro que parece despiadado, la pérdida permanente de hielo debido al calentamiento amenaza con liberar aún más dióxido de carbono a la atmósfera, acelerando el proceso.
El reporte, titulado Informe sobre los Océanos y la Criósfera (zonas bajo hielo), incluye cautelosamente una posibilidad esperanzadora: los peores efectos del cambio climático pueden evitarse, si se implementan reducciones radicales en las emisiones de CO2.
El nuevo reporte es el tercero de una serie especial de informes divulgados en los últimos 12 meses por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, IPCC por sus siglas en inglés.
Uno de los informes anteriores se centró en el impacto de un aumento de temperatura de 1,5C o de 2C, y señaló que los niveles de CO2 deben reducirse en 45% para 2050 para evitar los efectos más catastróficos del cambio climático.
El segundo informe analizó la relación entre el calentamiento global y el uso de la tierra.
Sin embargo, este nuevo documento sobre el impacto del calentamiento en los océanos y hielos, es tal vez el más preocupante y más deprimente de los tres.
¿Qué dicen los científicos y cuán grave es?
En pocas palabras, los océanos se están calentando, el hielo del planeta se está derritiendo y estos cambios tienen implicaciones para casi todos los seres vivos del planeta.
«El planeta azul está en grave peligro en este momento, padeciendo muchos insultos desde muchas direcciones diferentes y es nuestra culpa», señaló Jean-Pierre Gattuso, autor principal y coordinador del nuevo informe del IPCC.
Los científicos tienen «certeza casi absoluta» de que los océanos a nivel global han se han calentado sin pausa desde 1970.
Los mares han absorbido más de 90% del calor extra generado por la actividad humana en la últimas décadas,y la velocidad a la que ha incorporado ese calor se duplicó desde 1993.
Mientras antes los océanos subían principalmente por expansión térmica debido al calor, el aumento en el nivel del agua se debe ahora fundamentalmente al derretimiento del hielo en Groenlandia y Antártica, según el informe.
La pérdida de hielo antártico entre 2007 y 2016 se triplicó en comparación con los 10 años anteriores, de acuerdo al IPCC.
En Groenlandia, la pérdida de masa helada en el mismo período se duplicó. Y el documento proyecta que esta pérdida continuará durante este siglo y posteriormente.
El IPPC estima que los glaciares tropicales de los Andes y los de Europa Central y el norte de Asia perderán el 80% de su hielo en 2100 en un escenario de altas emisiones de CO2.
Y esto tendrá consecuencias monumentales para millones de personas.
¿Cuáles son las implicaciones del derretimiento del hielo?
Toda el agua extra que fluye al océano por el derretimiento de los glaciares está incrementando el nivel promedio del agua en todo el mundo. Y este proceso continuará en las próximas décadas.
El nuevo informe señala que la altura promedio de los océanos podría subir hasta 1,1 metros para 2100, en el peor escenario de calentamiento evaluado por el IPCC.
La proyección representa un aumento de 10cm respecto a estimaciones previas de los científicos y se debe al aumento en la pérdida de hielo en Antártica.
«Lo que me sorprendió más es que la proyección más alta anterior para el nivel del mar ha sido aumentada aún más hasta 1,1 metros», afirmó Gattuso, científico de la agencia nacional de ciencia de Francia, CNRS por sus siglas en francés.
«Este aumento tendrá consecuencias extensas para las zonas costeras bajas del mundo, donde viven casi 700 millones de personas. Y esto es inquietante».
El informe dice claramente que algunos estados isleños probablemente no serán habitables más allá de 2100.
Los científicos también señalan que vale la pena considerar opciones para trasladar a comunidades amenazadas «si hay sitios alternativos y seguros disponibles».
¿Que significarán estos cambios para tí?
Uno de los mensajes principales del informe es que el calentamiento de los océanos y la criósfera es parte de una cadena de eventos que afectará a millones de personas.
En un escenario de altas emisiones de gases de invernadero, incluso ciudades ricas como Nueva York y Shanghái y vastos deltas agrícolas como el del río Mekong enfrentarán un riesgo «alto o muy alto» debido al aumento del nivel del mar.
El incremento en las masas de agua caliente llevará a su vez a un aumento de eventos climáticos extremos y dañinos, como maremotos causados por ciclones tropicales.
«Eventos océanicos extremos que históricamente ocurrían una vez por siglo ocurrirán más frecuentemente, al menos una vez por año, en muchos sitios del planeta para 2050», aún si las emisiones de carbono se reducen en forma significativa, señala el informe.
«Lo que estamos viendo ahora es un cambio duradero y sin precedentes», afirmó Debra Roberts, que preside uno de los grupos de trabajo del IPCC.
«Aún si vives en un sitio del planeta que está lejos de la costa, los cambios en el sistema climático impulsado por grandes alteraciones en los océanos y hielos impactarán en la forma en que vives y en las oportunidades de desarrollo sostenible».
Por otra parte, la acidificación de los océanos debido al aumento de CO2 amenaza los corales hasta tal punto que, aún si la temperatura del planeta sube solo 1,5C, el 90% de esos corales desaparecerá.
Varias especies de peces deberán migrar a medida que aumente la temperatura en los océanos.
Y la seguridad alimentaria podrá verse comprometida, porque los niveles de contaminantes como mercurio aumentarán en los peces y plantas marinas.
El permafrost no es tan permanente
Inmensas cantidades de carbono están almacenadas en regiones de mundo en Siberia y el norte de Canadá en las que el suelo está permanentemente congelado.
Pero estas zonas cambiarán en forma dramática. El IPCC estima que cerca de 70% de la capa superficial del permafrost se derretirá si las emisiones de CO2 siguen aumentando.
La gran preocupación es que el derretimiento del permafrost libere a la atmósfera «decenas de cientos de miles de millones de toneladas» de CO2 y metano para 2100.
Y este aumento en los gases de invernadero limitará significativamente nuestra habilidad de limitar el calentamiento del planeta en los próximos siglos.
¿Que pasará entonces en el largo plazo?
Es una pregunta clave. Y la respuesta depende de lo que hagamos en el corto plazo para reducir las emisiones de gases de invernadero.
Sin embargo, el informe advierte que algunos cambios no podrán revertirse fácilmente.
Datos sobre Antártica indican el posible inicio de un proceso de «inestabilidad irreversible de la capa de hielo» que podría llevar a un aumento de varios metros en el nivel del mar en los próximos siglos.
«Ofrecemos estimaciones sobre el aumento del mar hasta 2300, y la razón es que hay muchos cambios que seguirán ocurriendo en la capa de hielo con un impacto en los océanos», señaló Nerilie Abram, una de las científicas que contribuyó al informe.
«Aún si reducimos las emisiones de gases de invernadero habrá un aumento en el nivel del mar para el que la gente deberá prepararse».
También podría haber una pérdida irreversible de tradiciones culturales de comunidades indígenas, que ya las especies de peces de las que han venido alimentándose habrán migrado.
¿Ofrece el informe alguna esperanza?
Sí. Definitivamente. El informe dice enfáticamente que el futuro de nuestros océanos aún está en nuestras manos.
La formula para protegerlos es bien conocida a estas alturas: cortes rápidos y profundos en las emisiones de CO2 de acuerdo al informe del IPCC del año pasado (una reducción del 45% para 2030).
«Si reducimos las emisiones bruscamente, las consecuencias del cambio climático para los seres humanos y su forma de vida aún serán un desafío, pero potencialmente será un desafío más manejable para los más vulnerables», afirmó Hoesung Lee, presidente del IPCC.