Resumen
Informe
Los bosques son ecosistemas de una enorme importancia ecológica, social y económica. A pesar de ello, la deforestación está creciendo en el mundo a una velocidad vertiginosa. Esta destrucción está generando efectos devastadores sobre las sociedades humanas al perderse las contribuciones de estos ecosistemas, incluyendo su papel en la lucha contra el cambio climático.
En Venezuela, la deforestación ha sido un problema histórico que tuvo como consecuencia una importante disminución de la superficie de bosques en el país. En los últimos 20 años, la expansión de la minería de oro, en conjunto con la emergencia humanitaria compleja parecen haber acelerado este proceso.
El objetivo de este informe es realizar un aporte al conocimiento de la situación actual de la deforestación en el país y sus efectos sobre los derechos humanos. Para ello, se utilizó información obtenida del Global Forest Watch el cual proporciona datos de deforestación provenientes de sensores remotos. Adicionalmente, se usaron otras fuentes de información para contextualizar las situaciones encontradas.
Los resultados más relevantes fueron los siguientes: 1. Venezuela presenta una alta tasa de deforestación, tendencia que se acelera en los últimos cinco años. 2. La mayor deforestación afectó principalmente a los bosques naturales -los que tienen muy poca intervención-. 3. La tasa de deforestación de Venezuela es relativamente baja que la de otros países Amazónicos, pero en contraste es el país que perdió más bosques naturales en toda la región. 4. Las causas de deforestación más importantes son la agricultura migratoria, la obtención de productos básicos del bosque y los incendios forestales. Esta última causa parece tener cada vez mayor importancia. 5. Los efectos de la minería de pequeña escala sobre los bosques no resultan fáciles de estimar mediante sensores remotos, pero mediciones locales indican que el país ha perdido una importante superficie forestal por esta actividad. 6. Cinco entidades federales concentran el 57% de la deforestación nacional. Dos de los mismos son estados muy afectados por minería ilegal.
Esta situación es el reflejo posiblemente de cuatro situaciones conectadas: La falta de voluntad política por parte del Estado para proteger los bosques del país; el establecimiento de una política económica basada en la minería de saqueo; la pérdida de las capacidades institucionales del Estado para gestionar los ecosistemas forestales del país y una situación de grave crisis humanitaria que lleva a que una parte de la población tenga que recurrir a la explotación de los bosques como medio de vida.
En estas circunstancias, es muy difícil que el Estado venezolano pueda cumplir con las metas establecidas por el ODS15, así como con las Metas de Aichi.
En función de lo anterior, se establecieron las siguientes recomendaciones al Estado: Establecer una política nacional integral de conservación de los ecosistemas forestales como componentes fundamentales del desarrollo nacional, así como para la superación de la actual crisis humanitaria. Que establezca un proceso de reinstitucionalización de las instituciones ambientales del país, que incluya el fortalecimiento técnico, político y económico de las mismas. Que acelere el diseño de una nueva Estrategia Nacional de Conservación de la Diversidad Biológica con enfoque de derechos humanos y de acuerdo con las obligaciones internacionales asumidas por el Estado. Que establezca una política nacional de financiamiento a la investigación sobre la situación de los ecosistemas forestales del país. Que se elimine progresivamente el extractivismo minero como medio de financiamiento del Estado; así como, que se facilite el acceso público a la información sobre los bosques. Garantice la participación de todos los interesados en la toma de decisiones sobre la gestión forestal y se promueva la realización de programas educativos sobre estos temas en todos los niveles de formación.