El reciente informe, elaborado por la organización Promedehum , documenta las condiciones del servicio eléctrico en el estado Mérida, en Venezuela, en el período comprendido entre marzo 2022 y febrero 2023.
Para la segunda mitad de 2022 y lo que va de 2023, la sensación general es que el sistema eléctrico ha mejorado. Sin embargo, una radiografía a detalle muestra que la realidad dista de ser la óptima.
Un sistema con fluctuaciones constantes de energía, más allá de que no exista un corte, afecta negativamente a los equipos electrodomésticos, y con ello, la economíafamiliar.
Pero además, estados como Táchira y Zulia y más recientemente Lara, siguen sufriendo de cortes de energía. Otra variante es la concentración de cortes en zonas rurales, lo que provoca, además de dificultades a la producción agropecuaria propia de dichas zonas, que la carencia de energía eléctrica sea menos visibilizada, dada la menor cantidad de personas en dichas áreas que utilizan redes sociales -principal método de información acerca de los cortes – y profundiza la brecha social entre las principales ciudades y las zonas rurales del país.
Por ello, para hablar con certezas de “mejorías” en el Sistema Eléctrico Nacional, requiere de una diferenciación geográfica de la información recabada, e información oficial transparente.
Esos resultados los arroja el más recietne informe elaborado por la organización Promedehum, que documenta las condiciones del servicio eléctrico en el estado Mérida, en la República Bolivariana de Venezuela, en el período comprendido entre marzo 2022 y febrero 2023.
A través de la recolección de datos desde diferentes sitios del estado, Promedehum analiza la evolución de la problemática eléctrica desde la perspectiva de la afectación ciudadana y la ausencia de información oficial al respecto; comprendiendo las fallas eléctricas como una omisión del Estado en materia de Derechos Humanos, toda vez que el suministro continuo del servicio forma parte de las condiciones y nivel de vida adecuado que se recogen en el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, del que Venezuela es signataria y con el cual tiene obligaciones a nivel internacional.
Mérida se apaga es una iniciativa que se empezó a desarrollar desde enero del año 2020 con el objetivo de documentar y registrar la cantidad de horas que pasan las personas sin el servicio eléctrico en sus hogares, con el apoyo de monitores y monitoras comunitarios, quienes, junto a sus familiares, son los encargados de llevar el registro de los cortes de electricidad.
Aquí el informe completo