Casi a diario hay protestas de usuarios por horas de espera para abordar una unidad de transporte público que, además, cobra hasta Bs. 1.000 por pasaje
Oriana Faoro | Bolívar | El Pitazo
Ciudad Guayana. – Poco tráfico y amplias vías caracterizan a Ciudad Guayana, una de las principales ciudades del estado Bolívar. En los últimos meses, estas ventajas se han hecho inservibles para quienes transitan en transporte público: la escasez de autobuses hace que la espera para abordar un vehículo sea más larga que el propio trayecto.
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Margarita Salazar vive en el sector Core 8, ubicado a 21 kilómetros de distancia de su trabajo, en la urbanización Castillito. El trayecto, que debería ser de 40 minutos con el tráfico habitual, le toma tres horas diarias por la poca afluencia de unidades.
Sale de casa a las 5:45 de la mañana. “Yo debería agarrar dos autobuses, pero no pasan suficientes, así que me bajo en Alta Vista y después bajo caminando hasta Castillito, para llegar a las 9:00 de la mañana”, a su empleo. Salazar habló mientras esperaba junto a más de 100 pasajeros en la parada de la plaza del Hierro, a las 7:00 de la noche, momento en el que se repiten otras tres horas de espera para regresar a su hogar.
Este miércoles 22 de noviembre se repitieron las tortuosas esperas y los pasajeros protestaron en la avenida Ciudad Bolívar, en lo que se conoce como la parada del Trébol.
Antes no era así. Aunque el sistema de transporte público no ha sido 100 % eficiente, el tiempo de viaje nunca se había triplicado a razón de la escasez de autobuses.
Los más afectados son los habitantes de las zonas rurales. “Agarrar un autobús es humillante y denigrante”, calificó Natalie García, habitante de la parroquia Yocoima de Ciudad Guayana. A ella le toca casi a diario caminar un kilómetro hasta la parada de autobús más concurrida, en el semáforo de El Rosario, para poder trasladarse hasta la ciudad. Allí, la espera se convierte en una competencia por abordar el bús, que incluye correr y decidir si viajar guindando de la unidad, como hacen muchos.
De acuerdo con el presidente de la Cámara de Comercio de Caroní (Camcaroní), David Bermúdez, esta coyuntura le quita más de tres horas diarias a los trabajadores de Guayana, lo cual calificó de golpe emocional y económico que afecta el rendimiento laboral y productivo de la ciudad.
No hay respuesta de las autoridades
En Ciudad Guayana hay dos encargados del transporte público. Por ley le corresponde a la Alcaldía de Caroní, a través del Instituto Municipal de Tránsito Terrestre y Vialidad (Imttv). Sin embargo, desde 2015 está involucrada la Gobernación de Bolívar, a través de la empresa Transbolívar, que controla el sistema de Bus de Tránsito Rápido (BTR) Batalla de San Félix.
El Pitazo ha intentado contactar a funcionarios de ambas instituciones, durante dos semanas, para conocer las razones de la merma del transporte público, pero no ha habido respuesta.
Entre tanto, hay protestas a diario en las paradas de autobuses, en las que los pasajeros presionan cerrando las vías para intentar que llegue más rápido una unidad.
Las hay en la plaza del Hierro, desde donde declaró Margarita Salazar. También en la plaza Monumento a la CVG, en la avenida Ciudad Bolívar (frente al CC Trébol) y en varios puntos de la avenida Guayana, donde están las paradas del sistema BRT.
“Transbolívar tiene mucha demanda porque la gente busca la economía. Los autobuses particulares no tienen un control y nosotros cobramos 200 bolívares”, aseguró una fuente vinculada con la estatal, que pidió no ser identificada por no estar autorizada como vocera oficial.
La escasez de buses particulares inscritos en el Imttv hace que no se cumpla la tarifa legal pautada en el Consejo Consultivo de 300 bolívares. Recientemente, los transportistas cobran entre 1.000 y 1.500 bolívares, sin que haya sanciones. Los usuarios los pagan para intentar minimizar el tiempo que les toma ir a casa.
En octubre, el presidente de la Cámara de Transportistas de Caroní, Santiago Belo, admitió una merma de 60 % del transporte por autobuses que salieron de servicio ante la escasez y alto costo de cauchos, baterías y demás repuestos. “Le pedimos disculpas a la población, porque la verdad con estas cifras nosotros estamos de paro técnico”, aseguraba el dirigente gremial antes de que el transporte público alcanzara el nivel crítico de estas semanas.
El gremio esperaba, más que un aumento de pasaje, que se reactivaran los créditos y microcréditos que otorgaba la Alcaldía de Caroní para mejorar las cooperativas contratadas. Estas subvenciones tampoco han llegado.
No hay unidades nuevas
A Ciudad Guayana no han llegado unidades nuevas para equipar a Transbolívar o al Imttv. Las últimas de las que se tuvo conocimiento llegaron en 2015, para la inauguración del sistema BTR.
El 22 de mayo de este año se quemaron 50 unidades de Transbolívar que, según denunciaron dirigentes políticos y trabajadores, eran autobuses que no circulaban. La mayoría estaba fuera de servicio y otros eran utilizados para actividades del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
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Sin embargo, el incidente sirvió para que el presidente Nicolás Maduro aprobase 30 autobuses Yutong nuevos para Transbolívar, según dijo el entonces gobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez. Seis meses después, estos autobuses no han llegado.
“No es posible. No es posible vivir así. Yo pido es que mejoren y traigan más autobuses”, concluyó Salazar, mientras esperaba angustiada en la plaza del Hierro. Al otro lado de la ciudad, García coincidió y agregó que hace falta de un plan de rutas principales y alimentadoras para llegar a las zonas urbanas y rurales de la ciudad.
Fuente: elpitazo.com