(Marzo 2022)
Aunque se trata de una situación generalizada en todas las universidades autónomas de Venezuela, en el presente informe el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODHULA) da cuenta de la situación crítica y de desamparo en la que se hallan los profesores y demás personal administrativo, técnico y obrero de la Universidad de Los Andes (ULA). Este informe consta de 4 partes: la primera, hace referencia a los ínfimos salarios y la pensión de vejez pagada por el Estado y cómo es que estos son insuficientes para costear los gastos más elementales de alimentación y salud, condenando a los adultos mayores a una vejez humillante y sumergida en la miseria, absolutamente contraria a la dignidad humana.
La segunda parte da cuenta de cómo los altos costos de medicamentos e insumos, en relación con su misérrimo salario y la exigua protección por parte de los seguros médicos previstos, sumen a todas estas personas en la desatención a su salud y la pérdida de su independencia y autonomía al tener que clamar ayuda a familiares, amigos e incluso verse en la afrentosa situación de tener que recurrir a la caridad pública. En la tercera parte, se informa sobre el estado actual de la cobertura en caso de muerte o seguro funerario. La cuarta parte presenta algunos testimonios que evidencian la profunda crisis humanitaria de quienes dedicaron los esfuerzos de su vida a las labores académicas y a la indispensable labor de sostenerlas.
En general, se muestra el calamitoso descenso de la situación económica, y sus repercusiones en los derechos humanos básicos de alimentación y la salud, pues un profesor con el máximo escalafón (Titular), que en enero de 2001 ganaba un salario mensual equivalente a 2.659 dólares (USD), a la fecha sólo percibe el equivalente a 24,74 dólares mensuales, muy por debajo de la línea de pobreza, situada por la ONU en menos de 1,90 diarios.